La obra teatral “Huérfanos” de Lyle Kessler, bajo la dirección de Gustavo Quesada, ha sido pensada para donar parte de lo recaudado al Puericultorio Pérez Aramíbar, institución que acoge a decenas de niños y niñas en estado de abandono.
“La obra es precisa para la reflexión en torno a las oportunidades de vida de niños y jóvenes en estado de abandono, marginación social y pobreza extrema, expuestos a males como la delincuencia, la prostitución o las drogas. Consideramos que la obra toca un tema álgido en nuestra sociedad. Hablamos de los niños invisibles que trabajan y viven en las calles de nuestra ciudad. Niños que quizás viven con sus padres, padres que en muchos casos son su peor pesadilla”, detalla el director teatral Gustavo Quesada.
“La idea es interpelar al espectador acerca de la necesidad que tienen las personas de una segunda y hasta una tercera oportunidad para poder desarrollarse como seres humanos capaces de dar y recibir amor”, sostuvo el hombre de teatro.
En total estado de abandono