
No habita en el Polo Norte, sino en una calle rodeada de cerros. No cuenta con duendes que fabriquen juguetes, sino con seres especiales que los consiguen de puerta en puerta. No tiene renos que jalen del trineo navideño, solo unas curiosas botas negras con las cuales ha trepado caminos empinados que le hicieron conocer que en los cerros la Navidad es diferente. A Julio César Arroyo Ruiz los vecinos de Pro, en San Martín de Porres, lo llaman el “Papá Noel Peruano” porque ha demostrado con ese bolso rojo que carga desde el 2004 pura generosidad y entrega por los niños. “Cada diciembre me visto de rojo y recorro cada cerro llevando regalos con el objetivo de alegrar a los niños más pobres. Cuando mi hijo tenía seis años, vimos una película navideña, entonces me preguntó si todos los papás eran Papá Noel y le dije que sí. Así que me alquilé un traje y junté dinero para comprar juguetes para regalar en la calle de mi barrio. Nadie sabía que dentro del disfraz estaba yo. A las 12:30 de la noche salíó a decir jo-jo-jo. Y así lo sorprendí. Fue una experiencia inolvidable”.