A través de su abogado, el director de la serie de películas de “X-Men”, Bryan Singer, mostró evidencias que demuestran que no estaba en Hawái cuando supuestamente abusó de un chico de 17 años en las islas. Los recibos de su tarjeta de crédito, sus registros telefónicos y los horarios de producción de la primera cinta basada en el comic de esos personajes mutantes serían las pruebas.
La demanda presentada por un ex modelo juvenil, Michael Egan III, señala que Singer abusó de él en varias ocasiones a lo largo de esos tres meses así como previamente en California, como parte de una pandilla de abusadores dirigida por otro hombre sentenciado por tráfico de menores para tener sexo con ellos.
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Se defiende de acusaciones de violación
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