
La modelo, actriz y empresaria Kim Kardashian y su hermana Khloé acudieron a un restaurante en Los Ángeles, vistiendo un conjunto de piel ajustado a su abdomen y usando tacones altos, a pesar de sus cinco meses de embarazo, algo que puede ser contraproducente para una mujer en gestación.
La socialité ya había sido advertida por su médico, familiares y amigos que debe dejar su rutina normal y acomodarse a su actual condición, dejar de trabajar, de viajar y tomar descansos. Por ello habría decidido tomar paseos con su hermana en Los Ángeles, quien también lucía un vestido de piel, aunque menos llamativo.