Nueva York, la ciudad de las luces, se convirtió una vez más en la ciudad de las obras benéficas. La gala contra el cáncer de mama se celebró un año más en el hotel Waldorf Astoria y fue especialmente glamorosa ya que contó con su incondicional en este tipo de causas, Elizabeth Hurley, y además con Kate Hudson.
Vestidas como dos sofisticadas sirenas, una de rosa, el color símbolo de la fundación de la lucha contra el cáncer de mama de la fallecida Estée Lauder, y otra de negro, iluminaron esta gala para recaudar fondos para la investigación de dicha enfermedad. Otros personajes fieles a la causa son sir Elton John, que cada año contribuye a esta obra caritativa y amenizó la gala con su espectáculo, y la diseñadora Donna Karan.
Abanderadas de noble causa rumbo al altar